En los momentos difíciles y de angustia parece que Dios esta tan lejos que casi dudamos de su existencia, y en ocasiones nos sentimos tentados a abandonar la oración. Pensamos que la oración sólo es buena si desbordamos de amor y de gratitud.
En Salmos 13: 1-6 vemos una típica súplica individual en que el salmista empieza con un clamor a Dios y una explicación de su problema (lamento o súplica), después pide la intervención de Dios y termina con la expresión de confianza. En en los versículos 1 y 2 vemos un lamento, ¿hasta cuándo? esta expresión se repite cuatro veces. Lo que indica la impaciencia humana frente al silencio de Dios. Cuando el creyente sufre y parece que Dios no oye sus oraciones, empieza a dudar. De modo que la angustia se apodera de él.
Lutero decía que la esperanza misma desespera y la desesperación empieza a esperar. Usualmente, el mismo creyente en su angustia, busca respuesta por otros caminos. En este tiempo dificil que estamos viviendo, es posible que en ocaciones sintamos, miedo, ansiedad e incertidumbre. Pero David dijo: “En el día que temo, Yo en ti confío". Salmos 56:3
Siguiendo con el salmo anterior, alumbra mis ojos (v.3) es dar nueva vida. Por esta frase muchos creen que la crisis del salmista era una grave enfermedad. (v.4). No sea que mi enemigo diga: Lo he vencido;.... Si el enemigo vence Dios será deshonrado, pero el salmista quiere que Dios sea glorificado en la victoria.
También vemos en los (v.5,6), una expresión de confianza. Podemos ver que la trayectoria de la fe del salmista pasa por la prueba, la angustia y la duda, pero sigue confiando y ahora está seguro de que Dios le contestará. Su fe tiene buena base, no en sí misma sino en la misericordia de Dios. Se basa en lo que Dios es, en sus promesas, y en que el mismo salmista ha experimentado este amor de Dios. Ya que brota de nuevo esta confianza, se alegra su corazón; la verdadera alegría es tener la salvación de Dios y su obra en la vida. La respuesta: “Cantaré a Jehová”, el salmista se dirige en adoración a Jehová, porque Él la merece.
Finalmente, en los versículos (5 y 6) termina proclamando, “Pero yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha colmado de bien”.
Bendiciones abundantes!!
Hna: Narcisa de Ramos
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